Al clarear la mañana
me acerco a tu ventana,
me dirijo al encuentro
del saludo de tu mirada.
Cuento solo con esto,
que es muy poco, nada,
pero es a veces tanto
que me llenan sus momentos.
Al despertar la mañana
espero solo, casi nada,
una sonrisa tuya
y ver tus alegres pestañas.
Hay veces que temo
y preocupa el encuentro,
cuando me dejas vacío,
solo y huérfano, en silencio.
Al despertar busco
pero no encuentro,
veo pero no siento
y deseo pero no poseo.
Al despertar estoy sediento
de tus labios, y besos,
estoy hambriento
de tu alma y tu cuerpo.
Al despertar desesperado
a veces ni siento,
estoy triste no tengo
y no puedo estar satisfecho.
***********
No hay comentarios:
Publicar un comentario