111) TU MIRADA.
Tus
ojos ya cautivos
de
duendes del almendro
y
la espuma de nácar,
se
deshojan y caen
por
entre la albahaca.
Tus
ojos de cántaros
llenos
de agua y miel,
están
esperando la mano,
el
cuerpo, los brazos y la boca
que
los liberen y conozcan.
Tus
ojos en ascuas
como
mendigos encendidos,
están
hambrientos de Sol
y se
encuentran sedientos
del
cuerpo que los conmuevan.
Tu
mirada perfumada
de
pétalos de azahares,
va
corriendo y volando
por
entre los vientos
y la espuma de los mares.
Tu
mirada distanciada,
temerosa,
sonrojada, cohibida,
está
buscando y queriendo
empaparse,
llenarse y beber
del
agua de la vida.
Tu
mirada aterciopelada
está
vibrando, deseando,
renacer,
tener, sentir
una
meta, la esperanza
y
la ilusión de vivir.
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