212) CUANDO.
Cuando
florecen los deseos,
todo nace y cambia, nada es triste,
pero si las pasiones abruman
se
alteran los sentimientos.
Cuando
el remolino del placer
mueve
sus veletas al viento,
se
siente hasta en las venas
las delicias de sus elementos.
Cuando
tiemblan tus labios
y
se te rompe la voz,
estas
en un momento de entrega
y
desbordado por la emoción.
Cuando
las ausencias son agudas,
se desbocan pasiones profundas
evocando las tinieblas y brumas.
Cuando
estas lejos de lo querido,
te quema
el aire, arde el viento
y
se siente el vacío ese gran hueco.
Cuando
te sumerges en las noches
y buscamos solamente entre los sueños,
casi nunca hayamos lo que queremos.
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