276) ¡Oh DIOS!
¡Oh Dios!
¿Cómo es posible?
tanta lucha fatricida
y cerrazón por causa
de tu santo nombre.
¿Qué mas da,
que te llames
Jesús, Alá, o Jehová,
¡Pero por dios,
que más nos da!
Realmente lo que
importa
es no caer en los
actuales
graves y sangrientos
horrores de esta
humanidad,
engendrados por el
fanatismo
y tanta lucha inútil,
estéril,
por tu supuesto nombre.
Por todo esto te
pedimos,
las personas de buena
voluntad
que ilumines al mundo
y que nos guíes a todos,
para que lleguemos
a descubrir de verdad,
tu verdadero nombre,
que es AMOR.
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