214) SUBIR, ALCANZAR.
Subir
por veredas difíciles
que
son escarpadas y quebradas
es
complejo y duro, pero necesario
para
poder llegar a la montaña.
Alcanzar
cumbres descarnadas
atraen
al águila a la cima
y llenan
de alegría el aire
poniendo luz en la vida.
Poder
volar entre nubes,
explorar
laderas y montañas,
fundiendo los labios en el viento
es
el deseo de la tierra y del cielo.
Llegar
a pintar ilusiones,
hacer
brotar la primavera
y
florecer siempre el amor
es
la meta que el poeta sueña.
Entrar
en el santuario de la vida
y
sentir el mundo en las manos,
es
un fino y extraordinario placer
solo
reservado a los dioses.
Descansar
en plenitud se consigue
en
el huerto de los sueños,
o
en los bosques del placer
donde
se funden los cuerpos.
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