219) MEDITACIONES.
Caen las pausadas meditaciones
como el
tiempo, la arena y el viento.
La vida se va diluyendo en pedazos
y nuestras
manos se van secando.
Me quedo con
los gratos recuerdos,
cerca de ese mundo imposible.
Me voy
junto al mar a pasear
a disfrutar de su aire y oler su sal
En nuestro
paso por el mundo
todos
queremos ser felices,
aunque no
siempre se consigue
y muchas veces se nos escapa.
Estamos
continuamente flotando.
¿Hacia
donde? ¿Hacia qué?
Hay ojos
que nos acechan
como en la
vida y ante la muerte.
No debemos
traspasar los limites
que Dios
nos ha puesto;
ni sus
leyes que tocamos, vemos
y
continuamente la transgredimos.
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